Un estudio finlandés recientemente ha revelado un nuevo problema de salud en los niños. Debido al uso de celulares, tablets y juegos de video, la salud de sus espaldas se ven diariamente empeoradas por la postura que adquieren para usarlos.
La investigación fue realizada con un escáneres de resonancia magnética, con el que se pudo visualizar el daño que producía dicha postura en la salud de los niños. El estudio demostró que el 40% de los niños de entre 8 y 18 años, considerados sanos, ya han desarrollado una espalda de una persona de 50 años, lo cual es muy preocupante y puede traer consecuencias para el futuro.
"Ya puedes verlos, jóvenes con espaldas curvadas ... Para mantener el equilibrio, agachan la cabeza y adelantan las caderas, con lo que parece que no tengan nalgas. También cambia la posición de las rodillas, arqueadas". Estas fueron ñas declaraciones del analista y coautor de la investigación, André Soeterbroek.
A éste síndrome ya se le ha puesto nombre, "Joroba del juego" y se puede saber si un niño lo posee con una simple prueba de flexión. El niño debe inclinarse hacia delante y tocarse la punta de los pies, un niño sano arquearía completamente su espalda, mientras que un niño que presenta la joroba del juego mantiene completamente recta la espalda y solo arquea la parte superior de la espalda, sin poder llegar a toparse los pies.
Ya saben, la salud de los niños aun está en sus manos y no es tarde para cambiar ésto, si el síndrome es detectado a tiempo con ejercicio y ayuda médica se puede corregir y garantizarles un mejor futuro cuando lleguen a ser adultos mayores.
3 Comentarios
Que preocupante, sin duda la tecnología portátil ha revolucionado tanto de manera positiva como negativa en especial a los niños.
ResponderBorrarEs deber de nosotros los padres preocuparnos por que no sigan dañandose, muchas gracias por la información, buen blog.
Eso quiere decir que no dejaras a tu hijo jugar mas? exclente post
ResponderBorrarlos niños si pueden jugar, pero con cierto control del tiempo, el cual debería ser medido por nosotros los padres, ya que nosotros somos responsables de la salud de nuestros hijos.
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